En 2014 los dos metales preciosos lograron alcanzar niveles históricos de producción, tras incrementarla con fuerza las mineras para tratar de aprovechar los avances de los últimos años. Sin embargo, su precio ha caído mucho en 2013 y 2014, y los productores empiezan a extraer menos para intentar impulsar su precio.
La producción de oro y plata empieza a notar las caídas de los precios de los últimos años. La crisis financiera incrementó el atractivo de estos activos como refugio alternativo a otros productos que sufrieron los efectos de la crisis, y su precio avanzó con fuerza. Sin embargo, desde los máximos históricos de 2011 han descendido de forma destacable.