El West Texas ha caído alrededor de un 1,7%, manteniéndose por encima de los 43 dólares por barril mientras el Brent se ha comportado mejor y ha cedido cerca de un 1%.
La especulación entorno a un nuevo máximo en los inventarios estadounidenses desde los años 80, fecha en la que se empezó a contabilizar, ha podido ser la causante de que el barril de referencia en Estados Unidos, haya experimentado una caída de casi un 1,7%, y su cotización quedara ligeramente por encima de los 43,1 dólares el barril. En concreto, los suministros de crudo subieron 4,4 millones de barriles la semana pasada, según una encuesta de Bloomberg.