El hecho de que el oro no imitara a la plata en sus mínimos anuales es una divergencia que nos lleva a pensar en un inminente rebote pero sólo a corto plazo.
En el frente de materias primas también nos llama la atención a corto plazo lo que está sucediendo con los metales preciosos. No vamos a discutir ni poner en duda la tendencia bajista que definen tanto el oro como la plata durante las últimas semanas y meses, que fue plenamente reforzada con la cesión de soportes clave de medio plazo como eran los 1.525 dólares en el oro y los 26 dólares en la plata.
Sin embargo, pese a que esta situación bajista de fondo no ha cambiado, observamos a corto evidencias técnicas que invitan a no descartar la posibilidad de que en próximas fechas pueda formarse un intenso rebote en los metales preciosos, lo que perjudicaría, cuando menos temporalmente, a las posiciones cortas en los mismos.
En efecto, lo visto ayer fue algo muy interesante desde el punto de vista técnico, concretamente el hecho de que la plata marcara mínimos del año mientras que el oro no hiciera lo propio. Esta falta de confirmación, que no podemos calificar de divergencia, unido a que posteriormente se desplegó una clara vuelta en forma de envolvente alcista tanto en el oro como la plata, sugiere que el control bajista a corto no es tan claro. De hecho, no nos sorprendería que en próximas sesiones los metales preciosos pudieran rebotar con fuerza.
En este sentido, la clave para confiar en un hipotético rebote es que en ningún caso la cotización del oro marque nuevos mínimos del año bajo los 1.322 dólares, que son los mínimos del pasado 16 de abril. Es ahí donde debería situarse cualquier stop agresivo si se posicionara alguien alcista en oro.