Nueva semana bajista para los dos barriles de petróleo y con la que acaba de cerrarse ya son cuatro consecutivas, lo que significa su peor racha de caídas de todo el año en la que han llegado a tocar mínimos que no visitaban desde el pasado mes de noviembre.
En concreto, el barril de Brent de referencia en Europa se ha dejado más de un 1,1%, perdiendo la cota de los 48 dólares, mientras que su homólogo estadounidense estadounidense, el West Texas, cotiza por debajo de los 45 dólares al perder más de un 2% desde el pasado lunes.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo -OPEP- no solo no está consiguiendo el objetivo de impulsar los precios del crudo, sino que ha sido una de las causas que los bajistas han encontrado en los últimos días para imponerse.
Y es que, según se explica desde Bloomberg, las pérdidas cosechadas desde el pasado lunes tuvieron su origen en el último incremento de producción que ha publicado el cártel referente al pasado mes de mayo, momento en los que optó por prolongar su acuerdo para reducir la producción.
Según la propia Organización, el pasado mayo su producción aumentó en 336.100 barriles diarios. Los responsables del incremento fueron Nigeria y Libia, dos países que sí tienen permitido no participar en el recorte conjunto, por haber tenido un deterioro importante durante los últimos años debido a conflictos con grupos armados.
Sin embargo, no sólo el crudo se ha movido a la baja en los últimos tiempos, ya que los metales pesados están viéndose afectados por las nuevas dudas que han surgido en torno a China desde que Moody's decidió recortar la nota de su deuda, algo que lleva al hierro a dejarse más de un 30% desde que arrancó el año.
Javier Santacruz, profesor del IEB, destaca que "los precios se basan en la expectativa de cómo de rápido se puedan absorber las reservas que ya hay almacenadas. El problema de fondo es que hay muchos inventarios a los que no se da salida. Está pasando en casos muy llamativos, como el café y el cacao, materias muy potentes, con mucho volumen de negociación, en las que el mercado descuenta que no va a haber suficiente potencia de demanda".