China vuelve a estar en el foco de atención tanto de los inversores como de los analistas ante el deterioro de la calificación de su deuda. Algo que los bajistas en los metales preciosos no han pasado por alto con una excepción: el cobre.
Hace poco más de tres semanas que China volvía a ocupar un puesto predominante en las listas de preocupaciones de los inversores. Y es que, la agencia de calificación crediticia Moody's decidió rebajar un peldaño la calificación de la deuda a largo plazo del gigante asiático, hasta el A1 desde AA3 previo, lo que sigue manteniendo al país en grado de inversión, donde se sitúan los emisores de duda más solventes. Desde la agencia tomaron la decisión ante las expectativas de que la fortaleza financiera de China se deteriore en los próximos años debido a la peligrosa combinación de una deuda cada vez más abultada y una tasa de crecimiento a la baja, indicaban en un comunicado.
Hasta mayo, la inversión inmobiliaria cedió al 8,8 por ciento, algo que desde Citi achacan a "la aceleración de la construcción ante el debilitamiento de los volúmenes de ventas y la reducción del crédito".
Aunque el mercado ha pasado prácticamente por alto dicha decisión, salvo alguna turbulencia cuando se conoció la noticia, los que sí que están viéndose perjudicados son los metales pesados. En concreto, desde el pasado 24 de mayo, cuando Moody's hizo pública su nueva nota para China, el aluminio se deja alrededor de un 5%. Pese a ello, su balance en lo que llevamos de año se acerca hasta el 11% de subida. Peor ha sido la situación tanto para el hierro como para el zinq. El metal pesado por excelencia se deja ya desde el pasado 1 de enero más de un 30%, un 10% desde el 24 de mayo, lo que le lleva a cotizar en niveles que no visitaba desde junio de 2016. El zinq, por su parte, también ha retrocedido toda la subida de 2017 y se deja desde el anuncio de Moody's más de un 6,6%. Según declaraciones recogidas por Bloomberg de Peter Thomas, vicepresidente senior de Zaner en Chicago "un poco menos consumo de acero significa menos consumo de zinc". En este sentido, desde que volvieron las dudas sobre China, dicho metal se deja cerca de un 3%.
Desde ETF Securities, señalan que desde ese momento se están produciendo "retiros de capital de los ETP sobre metales industriales ante la reducción de la nota crediticia a China y su menor consumo de metales". Y es que, la casa de análisis incluye entre las preocupaciones que "el consumo interno de metales de China en los primeros tres meses de 2017 haya disminuido por primera vez desde julio de 2016, según los últimos datos de la Oficina Mundial de Estadísticas de Metales". Pese a ello, la entidad concluye que "la perspectiva de los metales industriales sigue siendo sólida mientras la economía china se estabiliza y su oferta interna se mantiene deficitaria".
Pese a todo ello, el cobre es una excepción dentro de las pérdidas que están cosechando los metales industriales. Su comportamiento es alcista desde que se conociera la rebaja crediticia de China, con una subida de alrededor del 2,3%. Algo que ayuda a que su balance desde que dio comienzo el ejercicio supere el 4,1%.
Desde Bloomberg atribuyen dicho comportamiento a la caída de los inventarios de cobre, que la semana pasada registraron la mayor disminución en seis meses con fuertes salidas en Taiwán. Pese a ello, aunque algunos analistas, como Dane Davis, de Barclays, señalan que dicho aspecto "no justifica un sostenido precio más alto del cobre".
La plata cuenta con distintos usos en la industria, lo que provoca que las malas expectativas de demanda de China también le pasen factura. Desde que Moody's tomó la decisión se deja un 0,7%, que no evita un alza de más del 6% en el año. El oro, por su parte, se ve beneficiado por las incertidumbres, también las políticas, y sube más de un 1% desde el 24 de mayo y de un 10% en 2017.