Janet Yellen podría ponerse del lado de la estadística si, como se prevé, retrasa la subida de los tipos de interés que tiene pendiente la Reserva Federal en su intento por normalizar la política monetaria en Estados Unidos. Los analistas coinciden en que el oro agradecerá que no toque el precio del dinero este septiembre, el mejor mes históricamente para el metal dorado (ver gráfico), a favor del que también cotiza la incertidumbre que generan las elecciones norteamericanas o la resolución del Brexit.
Eso sí, la estadística este año lo tiene complicado incluso con la ayuda de la presidenta de la Reserva Federal. Para que este septiembre sea el mes de 2016 en el que más se revalorice el oro -como indica el cálculo del comportamiento medio de los últimos 20 años-, la subida tendrá que superar el 10,77% que se incrementó el precio de la onza del metal en febrero, cuando las dudas sobre el crecimiento de la economía china se cernieron sobre las bolsas, de las que los inversores huyeron en busca de refugio.