Los recursos básicos vivieron su mejor primer trimestre desde 2014 aunque sólo con un alza del 0,34%. Pese a ello, no todo el trimestre fue así y llegaron a subir cerca de un 3,5% desde los que empezaron a corregir ya ceden alrededor de un 1,7% en el año. Y parece que va para largo ya que son muchos los que estiman que el rally experimentado no tendrá continuidad en el segundo trimestre.
Barclays considera que las materias primas continúan "en riesgo de fuertes caídas". "Los inversores han sido atraídos a las materias primas como uno de las activos con mejor comportamiento en lo que va de 2016", asegura el banco, "sin embargo, en ausencia de cualquier mejora, los rendimientos son poco probables que se repitan en el segundo trimestre, por lo que los productos son vulnerables a una ola de liquidación por parte de los inversores".
Y, de momento, parece que se cumple. El Bloomberg Commodity Index, índice que pondera la cotización de los recursos básicos llegó a rebotar desde sus mínimos del año cerca de un 5%, lo que cambió su balance anual al positivo con un alza cercana al 2,5%. Sin embargo, los bajistas han vuelto a hacer acto de presencia y el farolillo rojo se ha vuelto a encender hasta perder desde el 1 de enero alrededor de un 1,7%.
Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB, también es de la opinión de que el rally experimentado estos tres meses no seguirá ya que, según señala, "el movimiento ha sido un rebote de corrección de la caída". En el mismo sentido, David Mafoda, miembro del comité de Inversión de DiverInvest, indica que "es difícil pensar que sigan produciéndose subidas sostenidas sin la demanda china y con el GDP mundial estancado".
Es esencialmente China y la ausencia de un sustituto como primer importador mundial de recursos básicos el principal motivo que mueve a la baja a los recursos básicos, pero no el único. La sobreoferta mundial de recursos y el tiempo que tardará en ajustarse con la demanda también incide de forma negativa en su cotización.
Sin embargo, otros factores parecen arrojar algo de luz en su cotización. Uno de los principales es que ya son pocos los expertos que apuestan por que el mundo esté encaminado a una recesión económica, lo que anima a los recursos básicos. Esto provoca que las expectativas de demanda se coloquen de forma más positiva. Un ejemplo que cita Sara Carbonell, de CMC Markets, es India por su calidad de importador y no exportador y las buenas perspectivas que hay sobre su crecimiento, por lo que, según la experta podríamos ver un "repunte en el largo plazo". Pese a ello, Carbonell señala que "no es el mejor momento para el sector dado que por el lado de la demanda realmente no hay perspectivas de incremento para el 2016".
Otro de los factores que provoca que el precio de las materias primas se mueva al alza es la debilidad del dólar ya que se comercializan en esta divisa. El billete verde se ha dejado en el trimestre más de un 4,2%, lo que significa su peor trimestre desde el tercero de 2010. Algo que ha venido de la mano del retraso de la subida de tipos por parte de la Reserva Federal.
Es por ello que analistas como Tomas García-Purriños, de MoraBanc, no esperan "una vuelta a los mínimos de febrero". Aun así, añade que "es importante destacar que el rally experimentado no será sostenible sin correcciones". De la misma opinión es Nicolás López, director de análisis de MG Valores, que señala que augura "un largo período de estabilización lateral entre los mínimos recientes y una zona de resistencia todavía por definir".
Los mínimos alcanzados el pasado mes de febrero por el Bloomberg Commodity Index nunca se habían visto antes, como mínimo hasta 1991, fecha en la que Bloomberg comenzó a tomar registros. Dicho nivel parece que se ha convertido en el suelo de los recursos básicos. Algo que, según José Luis Martínez, analista de Citi en España, se deriva, principalmente, de "la estabilidad de los mercados financieros y por la predisposición de los bancos centrales a soportar el riesgo de los inversores".
En esta línea, algunos expertos son mucho más optimistas y sí que estiman que el rebote pueda tener más continuidad en el tiempo. Un ejemplo es Albert Enguix, analista de GVC Gaesco, que argumenta que gracias al cierre de cortos por parte de grandes hedge funds, la disminución de la oferta y si tenemos en cuenta que la demanda se está manteniendo, "obviamente el precio se va al alza". Otro indicador que añade Enguix es "la entrada de flujos de dinero en emerging markets, sobre todo en aquellos relacionados con las materias primas".
El caso del petróleo
La volatilidad es la tónica general del crudo este año. Si bien llegó a ceder hasta perder los 30 dólares por barril, desde este nivel logró rebotar hasta situarse por encima de los 40 dólares, o lo que es lo mismo, alrededor de un 50% desde sus mínimos y a subir alrededor de un 10% en el año. Sin embargo, en las últimas sesiones ha corregido y, aunque todavía están en verde, el Brent sólo avanza en el año un 4,35%. No corre la misma suerte el West Texas cuyo balance se vuelve a teñir de rojo al ceder más de un 0,6%.
Pese a ello, los inversores están pendientes del encuentro que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y representantes de Rusia mantendrán el próximo 17 de abril. Del resultado de este encuentro depende que las alzas se mantengan o no en el crudo. Pese a ello, Barclays vuelve a ver su cotización en la zona de los 30 dólares, lo que también estima Miguel Ángel Bernal.
Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank, indica que "no sabemos si será en esta ocasión o en un futuro próximo, pero las partes están condenadas a entenderse". Con ello, hace referencia a la esperada congelación o disminución de la producción a la que Irán podría no estar dispuesto a someterse.
Si se llegan a grandes acuerdos, algo que no estima buena parte de los expertos encuestados, el principal beneficiario sería el crudo ya que vería ascender su precio, si no, el oro podría ser el que se mueva al alza. Sara Carbonell señala que de no reducirse la producción, el oro brillaría como activo refugio. Algo que se suma a que "con la política monetaria del BCE se sabe que bancos y entidades financieras están comprando oro físico", indica la experta, lo que incrementa su demanda y también su precio. Algo que ya se aprecia en su cotización que avanza en el año cerca de un 16,8%.