El barril de referencia en Europa cayó durante la semana cerca de un 3,9%, rompiendo su racha de cuatro semanas consecutivas en verde. Mientras, el West Texas experimentó un alza del 0,2% durante los últimos cinco días.
El Brent rompió con la racha de cuatro semanas consecutivas en positivo y concluyó la primera semana de marzo rondando el nivel de los 60 dólares por barril. Mientras, el West Texas consiguió concluir la semana en positivo aunque no llegó a alcanzar los 50 dólares por barril.
El fortalecimiento del dólar debido a los buenos datos macroeconómicos en Estados Unidos -la tasa de desempleo marcó mínimos de casi siete años-, podría haber provocado que el barril de referencia estadounidense sufriera una caída de casi un 1,8% durante la última jornada semanal.
Sin embargo, que los inventarios crecieran menos de lo esperado, a pesar de que estos marcaron un nuevo récord, ha contribuido decisivamente a que el crudo estadounidense no concluyese en negativo por segunda semana consecutiva.
En cuanto al Brent, el miedo a una sobreoferta a nivel mundial que continúa en el mercado, fue decisivo en el retroceso que ha experimentado su precio. Este temor se incrementó cuando el ministro de Petróleo de Arabia Saudita, Ali Al-Naimi aseguró que no cortará la producción a menos que sus clientes se niegan a adquirir su crudo.
La fortaleza de la economía estadounidense también afectó de forma importante a la cotización de los metales preciosos. En concreto, la plata fue la más bajista registrando una pérdida de más del 4,6% durante la semana. El oro, por su parte, cedió en el parqué más de un 3,7%. Los buenos datos que registraron las bolsas hacen pensar que los inversores no se debieron fijar en los metales preciosos como valor refugio, según fuentes de Bloomberg.
El petróleo para calefacción fue la materia prima más bajista de la semana ya que experimentó una pérdida de casi un 18%. Algo que vino motivado por el anuncio del sindicato United Steelworkers, de reanudar la semana próxima las negociaciones con Royal Dutch Shell. Dicho sindicato representa a los 30.000 trabajadores petroleros implicados en la mayor huelga de las refinerías desde 1980, vigente desde el 1 de enero.
En el polo opuesto se colocó la gasolina con una subida de más del 6,6%. El cese de producción, que lleva a las refinerías a operar en la tasa más baja en seis semanas, según datos de Bloomberg, pudo ser la causa del incremento del precio del combustible.