Tanto el oro como la plata descendieron de forma destacable en la semana arrastrados por la mínima calma que parece haber llegado a Ucrania y las palabras de Yellen del miércoles.
No fue una buena semana para los metales preciosos. Su condición de refugio los presentó poco atractivos para los inversores debido a una mayor estabilidad en Ucrania, además de la reunión de la Fed, que reflejó confianza en la recuperación económica estadounidense.