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Las divisas emergentes no dependen solo del dólar para recuperarase

7:10 - 18/09/2018
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El cambio político en México y su acuerdo comercial con EEUU provocan que el peso cambie sus pérdidas por ganancias con el .

La proactividad que está teniendo la Reserva Federal de EEUU a la hora de normalizar su política monetaria es solo una de la causas que explican por qué el dólar consigue este año apreciarse contra ocho de las diez mayores divisas del mundo. Y si no lo hace contra las otras dos, el franco suizo y el yen, es porque llevan años amenazándole con quitarle ese trono "de rey de los activos refugio" del que se resiste a abdicar.

De hecho, en los últimos meses de crisis primero de Turquía, luego de Argentina y siempre de guerra comercial el alza del dólar ha servido tanto de refugio de los inversores como de azote de los mercados emergentes en general y de sus divisas en particular. "La subida del dólar afecta a muchas empresas y gobiernos de países emergentes que tienen deudas contraídas en dólares por lo que cada vez les resulta más complicado hacer frente a esas obligaciones de pago", explican desde Self Bank. Y a esa dificultad hay que añadir que en muchos de esos países como Argentina, Turquía, Sudáfrica o Brasil se unen una inflación disparada, una situación política en entredicho, una economía en decadencia o todo junto a la vez. Una "colección de debilidades"- como dice Goldman Sachs en un reciente informe- "que ha aumentado el miedo de que la debilidad que se está viendo en las divisas emergentes acabe impactando negativamente en el ciclo económico". Eso sí, desde el banco e inversión no creen que ese sea el caso y defienden que "el escenario de los activos emergentes a largo plazo sigue siendo intnacto y ofrece unas grandes oportunidades de inversión para los inversores activos". "El actual recrudecimiento de la volatilidad se limita a situaciones específicas impulsadas por riesgos específicos a nivel de país individual. No vemos un problema sistémico en desarrollo", explica Michael Scott, gestor de fondos de renta fija de Schroders.

No en vano, hay que tener en cuenta que el alza del dólar, aunque no es positivo para la mayoría, no tendría que tener un impacto tan negativo si el resto de las variables económicas se mantienen intactas. "Las economías emergentes se han expandido y diversificado y el 83% de los 16,5 billones que totaliza el mercado de deuda emergente está denominado actualmente en monedas locales", apuntan desde la gestora Jupiter. "El gran reto para los inversores es que pueden quedarse desactualizados. La exposición al dólar de muchas economías emergentes es ahora mucho más reducida que entonces ya que gran parte de la deuda pública que se ha emitido, se ha hecho en divisa local. Está claro que genera problemas en algunas economías, incluidas Argentina, Turquía, Rusia o Brasil, pero son riesgos específicos de estos países", afirman desde la gestora Legg Mason. De hecho, no es casualidad que las divisas de estos cuatro países estén entre las cinco que más retroceden contra el dólar en lo que va de año. El rand sudafricano completa el ránking de las cinco mayores depreciaciones del año y tampoco edebería esto extrañar al lector si se tiene en cuenta que hace apenas dos semanas se conoció que Sudáfrica entraba en recesión tras haberse contraído su economía durante dos trimestres consecutivos, una noticia que su divisa acogió con caídas del 3 por ciento, uniéndose así a Argentina y a Turquía.

Además, en el caso de Turquía, Brasil o Argentina el factor político también tiene un gran componente en la evolución de sus divisas. En Turquía, porque ha vuelto a quedar demostrado que Erdogan no es un presidente que guste al mercado, sobre todo después de que se conociera que ponía al frente del Banco central del país a su yerno poniendo, como poco, en duda la independencia por la que se ha de regir cualquier organismo de este tipo, aunque la decisión del banco central de subir los tipos al 24% la semana pasada en contra (en teoría) del criterio de Erdogan es según explica Thuy Van Pham, economista de Mercados Emergentes en Groupama AM, "parece un intento de reconquista del banco central para restaurar su credibilidad tras el polémico statu quo anunciado al final de la reunión de julio". En Brasil, por la proximidad de las elecciones que se celebran el próximo mes de octubre, y en Argentina porque incluso habiendo acometido el Gobierno de Macri importantes recortes sociales a petición del mercado estos no han impedido que el país haya recurrido otra vez a la que quizá es la institución más odiada por los argentinos:el FMI.

Sin embargo, y aunque en un primer momento se haya metido casi en el mismo saco a todos los países emergentes, empieza a haber señales de que los inversores comienzan a diferenciar el grano de la paja y esa diferenciación ya se nota en las castigadas divisas emergentes. De hecho, la nueva presidencia de López Obrador al frente de México que ha puesto en la lucha contra la corrupción y en dotar de una mayor independiencia a su banco central, unido al acuerdo que han alcanzado en un tratado comercial con EEUU que sustituya al Nafta y la mejora de los índices de sentimiento del país tanto por parte del consumidor como de los empresarios han conseguido lo que hace unos meses parecía imposuible: que el peso mexicano sea la única divisa emergente de entre las grandes que logra apreciarse frente al dólar en lo que va de año.

¿Hasta cuándo seguirá subiendo el dólar?

Pero si bien la política puede suponer un flotador para las divisas emergentes, el barco que les puede llevar a puerto seguro sigue siendo el del dólar y la buena norticia es que el consenso parece estar ahora más acuerdo con la idea de que el dólar recortará parte de la ventaja que ha tenido frente a las mayores divisas del mundo que con la que apunta a más alzas de cara a finales de año. Al fin y al cabo, en medio de una guerra comercial ni siquiera a EEUU le compensa tener una divisa fuerte e incluso su controvertido presidente Donald Trump ha criticado abiertamente a la Fed al considerar que las alzas de tipos acabarán dañando a la economía. De momento Powell se mantiene en sus trece al tiempo que el mercado espera una o dos subidas más antes de que acabe este año pero desde Lombard Odier apuntan a varios factores que pueden ralentizar el ritmo de normalización: inflación en EEUU cercana a su objetivo del 2 por ciento, posible desaceleración de la economía o de sus perspectivas o aumento de las tensiones comerciales.