El peso mexicano es quizá el activo que más va a sufrir la victoria de Trump en las elecciones de EEUU. El euro, por su parte, saca partido del asunto y ya se aprecia un 2% frente al dólar. En materias primas, el batacazo del crudo contrasta con el alza del oro del 4%.
La victoria de Donald Trump contra todo pronóstico se ha cebado con las divisas emergentes, especialmente el peso mexicano, que ha funcionado como el indicador anticipado de las encuestas. Si al arrancar los primeros resultados la volatilidad se adueñaba de él, ganando en media hora un 3% para cederlo en cuestión de una hora, cuando el mapa ha ido tornándose republicano los bajistas se han apoderado. La moneda cotiza en mínimos históricos frente al euro y el dólar con caídas de más del 12%, lo que significa su mayor depreciación en 20 años. Tal y como señala Fernando Pérez, de Ebury, "el peso es la moneda más castigada de los comicios".
La que está saliendo reforzada es la divisa común, que avanza más de un 2% frente al dólar y roza el nivel de los 1,13 dólares. Algo que podría no quedar ahí ya que Ebury indica que "habrá más volatilidad cuando acabe el recuento, lo que le podría llevar a cotas más altas".
Con esta situación, no es de extrañar que los activos refugio sean los que están brillando. El yen se está fortaleciendo en sus principales pares y gana frente al euro más de un 1,2%. En su cruce con el dólar, que también se está viendo castigada, logra revalorizarse un 3,4%, o que le coloca en niveles cercanos a los marcados el pasado agosto. El oro también está saliendo ganando con el vuelco electoral y ya gana cerca de un 5%.