El euro ha logrado avanzar frente al billete verde más de un 4,8% en el que ha sido su mejor trimestre desde el primero de 2011, lo que le ha permitido atacar la zona de los 1,14 dólares
Si bien el incremento de los estímulos monetarios emprendidos por el Banco Central Europeo podrían haber hecho mella en la cotización del euro, los inversores actuaron de forma imprevisible logrando alzas en la moneda común, según los expertos, motivadas por el cierre de cortos.
Aun así, en los días posteriores la cotización del euro tampoco se resintió a lo que también ayudó la Reserva Federal. La entidad presidida por Janet Yellen no elevó las tasas en ninguna de las dos reuniones celebradas en el trimestre. Además, en su último encuentro rebajó las previsiones de incrementarlas este año de cuatro a dos ocasiones, algo que movió a la baja a la cotización del billete verde.
Por si fuera poco, Janet Yellen aseguró en su última comparecencia que actuarían "con cautela" antes de elevar los tipos de interés observando detalladamente las condiciones económicas. Sólo una jornada tardó el mercado en retrasar hasta diciembre su estimación para la próxima subida del precio del dinero.
Con todo ello, el Bloomberg Dollar Index, índice que pondera los cruces más importantes del dólar, se ha dejado en el trimestre más de un 4,2%, unas pérdidas que no registraba desde el tercero de 2010. Y es que, la moneda estadounidense se ha comportado como la peor divisa, sólo superada por la libra esterlina.
Un nombre propio es el que ha causado que la divisa británica haya cerrado como la más bajista: Brexit. El riesgo de que en el referéndum que se celebrará el próximo junio signifique la salida del Reino Unido de la Unión Europea no ha pasado desapercibido por los inversores, que han llevado a la libra a vivir su peor trimestre desde el último de 2008 frente al euro, cruce en el que se ha depreciado desde el 1 de enero un 7%.
En el polo opuesto se ha colocado la corona noruega. Y es que, el petróleo ha logrado rebotar más de un 40% desde los mínimos del año y ha reconquistado los 40 dólares. Con estas cifras, las divisas commodity, es decir, las relacionadas con la exportación de materias primas, se han visto impulsadas. Por detrás de ella se ha posicionado el yen que ha funcionado como activo refugio en momentos de incertidumbre en los mercados.