La posible salida de Reino Unido de la Unión Europea no deja de inquietar a los inversores y ha llevado a la volatilidad de la libra hasta niveles de 2011, coincidiendo con la crisis de deuda. El jueves fue una de las divisas más alcistas entre las diez monedas más cotizadas del parqué.
Hoy, la divisa británica se encuentra entre las monedas más alcistas de la jornada, justo el lugar opuesto al que ha ocupado en las últimas sesiones. Sólo la corona sueca logra avanzar frente a la libra, que ha conseguido cerrar en verde en la mayoría de los cruces más líquidos que monitoriza Bloomberg.