Tres meses han pasado desde mayo, cuando el QE del Banco Central Europeo acababa de arrancar hacía apenas dos meses y la primera subida de tipos desde 2006 por parte de la Reserva Federal parecía inminente. Entonces, la mayoría de los analistas estimaba que el euro llegaría al último trimestre del año en los 1,04 dólares, ahora, el consenso de mercado cree que lo hará en los 1,07 y sólo el 28% de los expertos opina que se subirán los tipos esta semana.
La crisis de la renta variable china y la especulación acerca de una desaceleración del país son algunos de los factores que podrían retrasar la subida de tipos. La triple devaluación del yuan efectuada por el Banco Popular de China para rentabilizar sus exportaciones, podría provocar que el gigante asiático exportase deflación al resto del mundo, algo que alejaría el objetivo de inflación del 2% que maneja la Fed para subir tipos.