Una vez superada la amenaza de independencia de Escocia, la moneda británica vuelve a perfilarse como candidata a la hegemonía en el mercado. El avance de cada divisa vendrá marcado el ritmo de normalización de la política monetaria en uno y otro país.
Escocia es ya una batalla vencida. La debilidad de la libra fue temporal y pasajera ante los nervios que provocó el avance de los independentistas en las encuestas. Desde los máximos de julio, la libra cayó un 6,17% frente al dólar en apenas dos meses, hasta marcar mínimos del año. Todo eso ya es pasado. También es pasado el rebote posterior a la victoria de los unionistas en el referéndum y, ahora, vuelve la rutina al mercado.