La divisa europea testa los 1,2762 en su cruce con el 'billete verde' en una sesión en la que ha llegado a retroceder casi un punto porcentual.
Tras un arranque semanal marcado por un nuevo acuerdo entre Grecia y la Troika para desbloquear otro tramo del rescate heleno y los rumores que apuntan a un posible 'rescate blando' de Bruselas a Portugal, un nuevo jarro de agua fría ha caído sobre la zona euro.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha vuelto a reducir las perspectivas de crecimiento para España en 2014, es más, nuestro país sufre una de las mayores rebajas de previsiones (de un crecimiento del 0,7% junto con Brasil entre todas las regiones analizadas. Mientras, en el conjunto de la eurozona, el FMI espera una recesión más profunda de la prevista, que se traduce en una contracción superior al 1%.
Y aunque, por el momento, la renta variable europea se salva, contagiada también por el aguante de Wall Street, la moneda única no escapa al contexto macroeconómico y testa los 1,2762 en una jornada en la que ha llegado a retroceder casi un punto porcentual para terminar por colocarse en niveles del pasado mes de noviembre.
El riesgo parece que no termina de alejarse de la eurozona a pesar de los esfuerzos por parte de las instituciones europeas que intentan poner 'toda la carne en el asador'. Sin embargo, el mercado empieza a descontar que la rebaja de tipos de interés a la que se mostró predispuesto el Banco Central Europeo (BCE) en su última reunión puede hacerse realidad más pronto que tarde.
Eso sí, hay quien se resiste a esta decisión. Durante la última reunión de la máxima institución europea, tanto el presidente del Bundesbank como el presidente del Banco de los Países Bajos, entre otros, fueron algunos de los miembros de la entidad que se opusieron a una nueva rebaja en el precio del dinero. Y, mientras Alemania dice no a esta medida, el mercado espera que la institución bancaria ya pase de las palabras a la acción.
Las alegrías este martes son para el dólar australiano. Una de las divisas más ligadas a las commodities repunta durante la sesión en la mayoría de sus principales cruces y, en el caso del yen japonés (estrategia en cartera), se anota casi un 0,30%.
Y no es la única, las monedas de regiones con fuerte dependencia hacia las materias primas, experimentan una sesión en la que ofrecen signos de fortaleza. De enhorabuena, se encuentran tanto el kiwi como el dólar canadiense. Es más, el dólar neozelandés gana la partida a las diez divisas más líquidas de todo el mundo.