La divisa nipona ha vuelto a ser víctima de las declaraciones de los principales personajes de la política japonesa, algo que favorece especialmente a nuestra cartera.
La administración de Shinzo Abe no da su brazo a torcer, y es que cada vez que se habla de política económica en la nación el mensaje es claro: el plan de estímulos y la persecución de la nueva meta de inflación es prioritario. Incluso hay quien no descarta ampliar el alcance de los mecanismos ya puestos en marcha, tal es el caso de Haruhiko Kuroda, presidente del Banco Asiático de Desarrollo y uno de los principales candidatos ahora dirigir el Banco de Japón, quien declaró que él está a favor de estímulos más agresivos.