Aunque las últimas encuestas hacen que la libra rebote desde mínimos más de un 5%, el balance anual de su cruce con el dólar y con el euro continúa teñido de 'rojo' con pérdidas de más del 3,5% frente a la 'divisa común' y todo tiene pinta de que se seguirán manteniendo.
Este mes de mayo puede ser el último que el Reino Unido pasa en la Unión Europea. Y es que, poco menos de 30 días quedan para que el país decida en un referéndum su permanencia o no en la Unión. En concreto, los ciudadanos británicos están llamados a las urnas el próximo 23 de junio para decidir el futuro del país y de la Organización en un evento sin precedentes y que podría cambiar la historia del Viejo Continente. Con ello, la libra tiene clara su postura: el riesgo al Brexit (que es como se conoce a la salida del país) la coloca como la más bajista del año y aun podría caer un 10% más si triunfa. Algo que desde Ecotrader se trata de aprovechar con los cortos abiertos en su cruce con el dólar.
Pero parece que las cosas no van a estar decididas hasta que no tenga lugar la votación ya que las encestas arrojan hasta un 12% de indecisos. Pese a ello, de forma mayoritaria se cree que Reino Unido apostará por la permanencia, un 47,5%, frente a un 40,5% que optaría por su salida. Más clara está la situación en las casas de apuestas en la que el sí se impone sobre el no con un 59,38% frente a un 40,62%.
Rosa Duce, economista jefe del Centro de Inversiones de Deutsche Bank, considera que mientras no se dirima el resultado, "se mantendrán las dudas, con una tendencia más a la baja". Lo que también opinan en BancaMarch indicando que "la libra esterlina va a seguir bajo presión por el riesgo". Pese a ello, la ventaja que las apuestas y las encuestas le dan a su permanencia en la Unión Europea ya están provocando un rebote desde los mínimos de 2009 a los que cedió la divisa británica frente al dólar del 5,4% y en el cruce que mantiene con el euro, que cayó a su menor nivel desde 2014, se eleva más del 6%. Aun así, su balance anual todavía cuenta con unas pérdidas del 0,8% con el billete verde y del 3,4% con el euro.
Desde Pimco, Mike Amey, establece una serie de pautas para beneficiarse de la permanencia de Reino Unido y a la vez mitigar los riesgos si el país opta por abandonar ya que, en ese caso, predicen una devaluación de la libra de hasta el 10% y no es de los más pesimistas ya que entidades como Handelsbanken auguran caídas de hasta el 18,6% para finales de año (ver gráfico). Por ello, considera que "la mejor manera de protegerse es mediante la venta de la libra con respecto al dólar". Además, también recomienda la compra de bonos bancarios del Reino Unido ya que aunque habrá volatilidad en el caso de que salga el sí, "no vemos un riesgo importante de pérdida de capital". La última idea de Amey es el mantenimiento de la exposición a larga duración del Reino Unido ya que no se vislumbra en el corto plazo una subida de tipos.
Y es que, aunque el año no sea bueno para la libra, no todos los activos del país están dando pérdidas. En este sentido, Beatriz Catalán, gestora de inversiones de Ibercaja, señala que "una libra débil favorece a las empresas británicas que exportan, y perjudica al euro". No sólo las compañías británicas se están viendo beneficiadas, sino también la economía del país con una divisa más debilitada. Esta mejora de los indicadores macroeconómicos está ayudando al Gobierno del país en su intento de lograr un no a la salida de la organización. En palabras de Albert Enguix, gestor de GVC Gaesco, "uno de los objetivos del actual Gobierno es convencer a la gente de la permanencia en la Unión Europea y esta mejora económica les está sirviendo de apoyo".
Aun así, en aquel caso en el que el Brexit tuviera lugar cabría esperar "un impacto negativo en el crecimiento del país", indica Catalán que añade que esto se produciría "como consecuencia de la incertidumbre sobre el Gobierno, Escocia, y el comercio". Cabe destacar que Escocia celebró un referéndum sobre su independencia hace apenas dos años. Una ligera ventaja sobre el no mantuvo a la región dentro de Reino Unido. Sin embargo, muchas son las voces que alertan de un posible nuevo impulso independentista si el país opta por abandonar la Unión Europea. Con todo ello, el mercado de divisas reaccionaría de forma negativa con unos movimientos que impactarían tanto al euro como a la libra "produciéndose una mayor depreciación de la misma", concluye la experta.
Y cuál es el escenario si gana la permanencia
Todos los analistas coinciden que si triunfa el escenario del abandono de la Unión Europea, la evolución de la moneda continuará siendo bajista y esta tendencia se mantendrá hasta que no se resuelva, de forma positiva, la permanencia en la Unión el próximo 23 de junio. Tal y como señala Hernan Sánchez, analista de CMC Markets, el posible efecto del Brexit es lo que centrará la atención hasta el referéndum "ya que la situación de la economía ha pasado a un segundo plano, aunque toda esta incertidumbre ya estaría teniendo su efecto". Sin embargo, el escenario sería diferente si el país decide no modificar la composición de la Organización, algo que intensificaría el rebote que experimenta desde que las encuestas le fueran dando ventaja a esta opción. Pese a ello, Joan Cabrero, jefe de estrategia de Ecotrader, considera que estas subidas no alteran "las posibilidades de que las caídas puedan seguir imponiéndose" ya que para ello debería superar los 1,48 dólares.
Además, en esta situación el Banco de Inglaterra podría volverse a ver tentado con la subida de tipos. Rosa Duce lo tiene claro: "no sabemos cuándo será, pero está claro que subirá las tasas mucho antes que el Banco Central Europeo y esto también debería apoyar a su moneda". Beatriz Catalán es de la misma opinión e indica que además de una subida de los tipos, "si finalmente el resultado es la permanencia rebotará el crecimiento y habrá reflación gradual". Menos optimistas se muestran los expertos encuestados por Bloomberg, para los que habría que esperar hasta diciembre de 2017 para ver una mayoría clara que apueste por una subida de las tasas. Del mismo modo, en este periodo de tiempo no se esperan más medidas de flexibilización.