En una semana marcada por el encuentro del Banco Central Europeo, el euro ha vuelto a cerrar a la baja frente al dólar, aunque con una caída insuficiente para perder los 1,12 dólares.
La volatilidad ha sido la tónica general del euro, en la semana con motivo de la reunión del Banco Central Europeo. La rueda de prensa posterior al encuentro de la entidad presidida por Mario Draghi impulsó al euro a atacar los 1,14 dólares, aunque finalmente la divisa se ha dado la vuelta, para acabar el viernes con una pérdida semanal del 0,3% en este cruce en la zona de los 1,12 dólares.
Pese a ello, el presidente del BCE apenas desveló novedades más allá de cómo comprará bonos corporativos, con la posibilidad de acudir al mercado primario, algo que no hace con la deuda soberana. Aun así, estableció que los tipos en el 0% se mantendrán y seguirá su programa de recompra de deuda.
La semana ha sido mixta tanto para el euro como para el dólar. Sin embargo, la moneda estadounidense ha conseguido romper con dos semanas a la baja. Así, el Bloomberg Dollar Index, índice que monitoriza los cruces más importantes del dólar, ha ganado algo más de un 0,2%, lo que le ha llevado a los 1.178,8 puntos.
Quien más ha avanzado en la semana ha sido la libra esterlina, consiguiendo cerrar al alza en los 10 cruces más importantes. Según señalan desde Bloomberg, la especulación de que los británicos votarán 'no' a la salida de la Unión Europea en el referéndum programado para el próximo junio, es lo que le ha dado alas a la divisa, que, con seis días consecutivos al alza frente al euro, experimenta su rally alcista más prolongado en 10 meses.
Por detrás de ella, y aupados por las importantes alzas del crudo, se han colocado las divisas commodity. Es decir, aquellas como el dólar canadiense o australiano cuyas economías son muy dependientes de la exportación de recursos básicos. La moneda de Canadá ya logra batir al yen y se convierte en la más alcista de 2016.
Y es que, la moneda nipona no ha logrado cerrar la semana con alzas frente a ninguna de las monedas del G-10. Algo que ha coincidido con que el Banco de Japón podría estar considerando ayudar a bancos que den préstamos con intereses negativos, señalan desde Bloomberg. Además, en la semana el gobernador de la entidad, Haruhiko Kuroda, ha indicado que existen preocupaciones entre los funcionarios de la entidad con motivo de las alzas de la moneda.