La posible salida de Reino Unido de la Unión Europea no deja de inquietar a los inversores y ha llevado a la volatilidad de la libra hasta niveles de 2011, coincidiendo con la crisis de deuda. El jueves fue una de las divisas más alcistas entre las diez monedas más cotizadas del parqué.
Hoy, la divisa británica se encuentra entre las monedas más alcistas de la jornada, justo el lugar opuesto al que ha ocupado en las últimas sesiones. Sólo la corona sueca logra avanzar frente a la libra, que ha conseguido cerrar en verde en la mayoría de los cruces más líquidos que monitoriza Bloomberg.
Con ello, la volatilidad de la libra se encuentra en niveles que no visitaba desde 2011, coincidiendo con la crisis de deuda de los países periféricos de Europa. Y es que, la moneda británica está sufriendo las negociaciones de Reino Unido con sus homólogos europeos para evitar que en el referéndum, que podría celebrarse el 23 de junio, el país finalmente deje la Unión Europea en un movimiento sin precedentes.
Según señalan desde Bloomberg, los inversores sienten el riesgo de que el tiempo sea muy reducido para que en la campaña electoral llegue a convencer a los votantes de que la mejor opción para el país es su permanencia en la Unión. Por otro lado, se suma que distintos datos macroeconómicos no sólo alejan la perspectiva de una subida de tipos en Reino Unido en próximas fechas, sino que podrían dar lugar a nuevos estímulos.
Fuera del Reino Unido, el euro ha encadenado cinco días de pérdidas en su racha de caídas más prolongada de los últimos 10 meses frente al billete verde. En la jornada ha experimentado una depreciación del 0,15% pese a la cual ha logrado mantenerse por encima de los 1,11 dólares.
El Banco Central se ha reunido en la sesión en un encuentro en el que no se iban a tocar los tipos. Pese a ello, el mercado descuenta que la entidad presidida por Mario Draghi incrementará los estímulos monetarios en la eurozona en el encuentro que mantendrá el próximo mes de marzo, algo que prácticamente aseguró el italiano tras el encuentro de enero.
La corona sueca ha sido la divisa más alcista de la sesión. Algo que ha venido provocado porque la inflación del país se incrementó un 0,9% en el pasado mes de enero, lo cual significa un avance mayor al esperado por los expertos que lo situaban en el 0,5%. Pese a ello, el vicegobernador del Riksbank, Per Jansson, ha indicado que todavía ve posibilidades de más estímulos monetarios y más recortes de tasas.
En el polo opuesto se ha colocado el dólar australiano. La volatilidad que se ha adueñado del crudo tras la presentación del incremento de los inventarios en Estados Unidos ha pesado sobre la moneda al estar muy relacionada con la exportación de dicha materia. A ello se le ha sumado que la tasa de paro del país se ha situado inesperadamente en el 6%, decepcionando a las expectativas de los expertos.