La moneda europea cae un 12,7% frente al dólar desde enero y, de cerrar ahora el año, sería el más bajista del siglo: no caía tanto desde 1999, su primer año de cotización. Además, desde marzo no se veía una caída tan fuerte como la de noviembre.
Desde que el euro cerró su primer año de cotización en los mercados financieros mundiales el 1 de enero de 1999 no había caído tanto en un solo ejercicio como lo está haciendo en 2015. La divisa europea se estrenó en su primer año de cotización con un retroceso del 14,26% -arrancó en los 1,173 dólares y terminó 1999 en los 1,006-; desde entonces, sólo en 2005 cayó a un ritmo de doble dígito, cuando descendió un 12,58%.
Ayer superó esa caída, llegando a perder un 12,72% en el año al tocar los 1,055 dólares. La divergencia de las políticas monetarias de la Reserva Federal estadounidense -Fed- y el Banco Central Europeo -BCE- explica el deterioro de la moneda europea en lo que va de año.
Y es que mientras la Fed se aproxima a subir los tipos de interés en Estados Unidos por primera vez desde 2006, la línea de actuación del BCE es completamente diferente: necesita de más estímulos para alejar el riesgo de deflación de la eurozona y tratar de impulsar la economía. La decisión y el anuncio de nuevas medidas se llevará a cabo durante la reunión de esta semana y será el jueves cuando se conocerá el camino que tomará Mario Draghi para seguir intentando impulsar los precios en la región.
Con todo, la especulación de que ha llegado el momento de aumentar el precio del dinero en Estados Unidos ha impulsado al dólar durante los últimos meses, mientras la posibilidad de más estímulos en Europa ha presionado al euro a la baja. El resultado ha sido el peor ejercicio de la moneda europea en 16 años, desde 1999.
A pesar de todo, algunos expertos creen que no hay mucho más margen de caída para el euro, una vez se anuncien las medidas de los reguladores monetarios. José Luis Martínez Campuzano, estratega de divisas de Citi, explica en este sentido que "la reunión del BCE puede tener algún impacto en el muy corto plazo, pero será un movimiento de ida y vuelta. Creo que a medida que nos acerquemos a la reunión de la Reserva Federal recuperará niveles de 1,08 / 1,09 dólares y que probablemente va a acabar el año por encima de los niveles actuales".
El economista confía en que el euro rebote durante los próximos meses, destacando que a largo plazo -tomando como referencia los tres próximos años-, "se moverá entre los 1,12 y los 1,14 dólares. A pesar de que el año que viene puede llegar a tocar la paridad, no será por mucho tiempo. El paso del tiempo es favorable para el euro, y la subida de tipos de la Fed parece que será de forma pausada".
La divisa europea ha terminado noviembre con una caída superior al 4% en el cruce que mantiene con el dólar: arrancó el mes en los 1,10 dólares y ha terminado en el entorno de los 1,055, un nivel que no tocaba desde abril. Se trata del mes más bajista para el euro desde marzo, cuando cayó un 4,15%.
Este fue el primer mes en el que el programa de estímulos del BCE se llevó a cabo en la eurozona. Ahora, el mercado se ha lanzado a vender euros ante la inminente reunión de la entidad, que parece encaminada a anunciar un aumento de los estímulos. No hay que olvidar que en noviembre el dólar ha recibido importantes entradas de dinero, tras publicarse a principios del mes un buen dato de empleo que llevó al mercado a prever que los tipos de interés se subirán en diciembre en Estados Unidos.
Todo lo anterior ha llevado al dólar a cerrar noviembre como una de las divisas más alcistas del G10, mientras el euro se ha situado a la cola de este grupo de monedas.