La desaceleración de la economía china amenaza al mercado desde hace algunos meses. Los datos de este fin de semana han vuelto a confirmar los temores: las exportaciones y las importaciones se han desplomado un 8,3% y un 8,1% interanual respectivamente. China no consigue impulso, y esto ha llevado al Banco Popular de China a devaluar su moneda un 1,86% frente al dólar.
El yuan se ha colocado así en los niveles de hace tres años y ha registrado su mayor caída en un día desde 1994, cuando las autoridades pusieron fin al sistema dual de divisa. Esta medida ha hecho subir a monedas como el euro o el dólar. Por el contrario, las divisas más perjudicadas por la depreciación del yuan han sido las divisas commodities, como el kiwi o el aussie, por su dependencia de la situación china.