El euro cierra el viernes a la baja y pierde la cota de los 1,28 dólares, lo que no le impide sumar su segunda semana consecutiva de rebote. Ya avanza un 2% desde los mínimos de octubre.
Los líderes de la Reserva Federal empiezan a plantear la posibilidad de retrasar su calendario de retirada de los estímulos monetarios, lo que ha debilitado al dólar. Una situación que ha permitido al euro prolongar el rebote y firmar la segunda semana más alcista del año, con una apreciación del 1,15% frente al billete verde.
Estados Unidos ha mostrado esta semana que no es ajena a la debilidad de la economía mundial. Un mal dato de ventas minoristas (el principal motor de la recuperación del país), que cayeron por primera vez desde enero en tasa mensual, encendió la luz de alarma. La Reserva Federal ha dudado muy poco y ya empieza a valorar un retraso el calendario de la retirada de sus estímulos monetarios. El plan marcado pasaba por el fin del programa de compra de activos este mes de octubre (en la reunión de los días 28 y 29) para empezar a subir los tipos de interés oficiales medio año después.
Ante las dudas despertadas por su economía, ya han salido ante la opinión pública los primeros miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) que se han opuesto a este calendario. El lunes fue Charles Evans, presidente de la Fed de Chicago, quien afirmó que no espera una subida de tipos en el país hasta el primer trimestre de 2016. El jueves tomó el relevo James Bullard, de la Fed de San Luis, quien pidió una prórroga para el programa de compra de activos (el conocido como QE).
Sus palabras convencieron a los mercados y provocaron una importante caída del dólar. El billete verde fue una de las divisas más débiles de la semana; sólo el dólar canadiense y la corona noruega tuvieron un desempeño peor entre los 10 cruces más negociados. Una situación que permitió al euro recuperar parte del terreno perdido en los últimos meses: avanzó un 1,15% en la semana y ya acumula una revalorización superior al 2% desde los mínimos del 3 de octubre.
La divisa común llegó a superar los 1,28 dólares durante la semana, marcando máximos de tres semanas, pero el viernes volvió a perder esta cota, con un descenso hasta la zona de 1,275 dólares.
"Es probable que veamos otra acción agresiva por parte del BCE, ya sea el mes que viene o en diciembre, y la tendencia hacia un euro más débil seguirá tan pronto como las posiciones largas extremas en dólares vuelvan", explica el equipo de Ebury. Sin embargo, este cambio de postura de la Fed podría generar fortaleza del euro en el corto plazo. "El retraso de la subida de tipos en EEUU nos da más confianza en nuestro pronóstico para el cruce en 1,30 dólares por cada euro", advierte David Kohl, director de análisis de divisas de Julius Baer.