El BCE ha desenfundado sus armas: nuevo mínimo para el precio del dinero en el 0,05%, facilidad de depósito en el -0,2% y el inicio del programa de compra de activos en octubre. Ante eso, el euro ha vuelto a mínimos de julio de 2013.
Draghi quiere alejar definitivamente el peligro de deflación de la Eurozona. Ya lo avisó hace meses, destacando además que la fortaleza del euro en sus cruces con otras divisas era un factor importante que, aunque secundarios, tenía sus efectos en la inflación.