La divisa europea ha sido la gran protagonista de la semana. Aunque estos días perdió fuelle frente al dólar, ha logrado salvar holgadamente el soporte de los 1,40. Pero frente a la libra no ha tenido tanta suerte.
Ésta ha sido una semana agridulce para el euro. Y es que mientras que ha brillado en algunos de sus cruces y nos ha permitido poner en marcha alguna operativa a su favor, en otros ha sufrido mucho y nos puede obligar a retroceder.
Su mayor triunfo de la semana ha sido frente al dólar canadiense, contra el que se ha apreciado más de un 1% desde el lunes, algo muy positivo para nuestra estrategia en este par. Pero, sin duda, el cruce del euro/florín húngaro ha sido protagonista: después de haberlo mantenido en radar algunas sesiones, el martes decidimos al fin activar la estrategia al 100%.
Sin embargo, no ha tenido demasiada suerte frente a otros pares importantes como el yen y, sobre todo, la libra. La moneda única ha cedido alrededor de un 0,6% frente a la divisa británica en la semana, suficiente para dejar la mitad de la posición que mantenemos en este cruce al borde del cierre. De momento aguanta sobre los 0,8630, pero puede tener los días contados.
Su movimiento frente al dólar estadounidense merece una mención aparte. La primera mitad de la semana, el euro/dólar llegó a tocar los 1,40, soporte que según los expertos de Ágora Asesores Financieros podía suponer, de perderse, un cambio de tendencia a favor del dólar.
Sin embargo, el tirón alcista que ha mostrado la divisa europea en la última sesión de la semana ha hecho que supere de nuevo los 1,42, "nivel por encima del cual se manda un mensaje de vuelta a la zona de máximos históricos de 1,5/1,6 dólares por euro", según Ágora Asesores Financieros.