Alzas en las bolsas europeas que han perdido fuelle al cierre de la sesión y que, por tanto, siguen siendo insuficientes para generar cambios analíticos dentro de la fase consolidativa que desarrollan los principales índices en las últimas semanas. No obstante, estas alzas refuerzan los primeros soportes de corto plazo que venimos vigilando y plantean la posibilidad de que en breve pueda resolverse la situación técnica de los índices europeos, que siguen debatiéndose entre continuar con la fase de consolidación de las últimas semanas o retomar la tendencia alcista de los últimos meses.
Lo más destacable en el corto plazo es ver que los primeros soportes de corto plazo siguen en pie, niveles como los 3.543 puntos de Eurostoxx, hueco abierto al alza la primera sesión de la pasada semana desde donde se ha generado un nuevo contraataque al alza que aproxima su cotización a los 3.600 puntos. Esta es la resistencia que exigimos superar a la principal referencia europea y que consideramos que separa un contexto de continuidad del proceso consolidativo de uno potencialmente alcista, dependiendo de si se mantiene el Eurostoxx 50 por debajo o los supera respectivamente.
La ruptura de los 3.600 puntos permitiría dar por concluida la consolidación que desarrolla la principal referencia europea durante las últimas siete semanas. Por encima de los 3.600 puntos seríamos partidarios de volver a aumentar la exposición a bolsa europea y mientras no se batan todavía no se podrá descartar la posibilidad de ver una recaída a la zona donde los índices abrieron un hueco el pasado 24 de abril, que en el caso del Eurostoxx 50 se generó a partir de los 3.440 puntos.