La pérdida de soportes que presentaba el Santander en la zona de los 4,85/4,90 euros nos obligó a cerrar la estrategia que abrimos semanas atrás en el banco ante el riesgo de que profundizara hacia los mínimos del año como así ha sido.
Dada la importancia del sector bancario y la ponderación del valor en el selectivo Ibex 35, el comportamiento del Santander es un referente que conviene vigilar, bien, para plantear una posible nueva entrada o para obtener pistas sobre el comportamiento de la bolsa española de forma generalizada.
Habrá que vigilar su comportamiento en próximas sesiones tras alcanzar el soporte y potencial zona de giro que representan los mínimos de finales de septiembre, pero por el momento los riesgos de seguir viendo mayores bajadas aún se mantienen intactos. Para poder confiar en un giro sostenible sería necesario que superara cuando menos los 4,74 euros y no nos extrañaría que a pesar de formar un rebote puntual, aún pudiéramos ver un nuevo ataque bajista que podría ir hacia la zona de los 4,20/4,30 euros, por donde discurre el soporte decreciente que surge de unir la sucesión de mínimos decrecientes de los últimos meses.
Por tanto, mientras no tengamos evidencias de que hemos vistos los mínimos con la formación de un patrón de giro que invite a pensar en un proceso de reestructuración alcista nos mantendríamos al margen del valor a la espera de que se den las condiciones oportunas.