Como era de esperar la incertidumbre que está provocando la crisis de Grecia ha provocado una apertura muy bajista en las bolsas europeas, que ha llevado a sus principales índices a la zona de primer gran soporte, concretamente donde la semana pasada abrieron un potente hueco alcista, en un momento en el que la apuesta del mercado era la de un inminente acuerdo que finalmente no se ha producido.