A comienzos de semana la presión compradora logró que el DAX 30 batiera resistencias que presentaba el selectivo germano a la altura de los 9.720 puntos. Lo hacía generando un hueco al alza a partir de los 9.700 puntos que puede ser considerado como un gap de ruptura y de ahí su relevancia como línea divisoria que en el corto plazo separa un escenario potencialmente alcista de uno lateral bajista.