Que las bolsas europeas están en una corrección de orden mayor, replicando lo que ya hace semanas estaba sucediendo al otro lado del Atlántico, es algo que ya advertimos desde elEconomista que podía tomar cuerpo en cuanto el EuroStoxx 50 perdió soportes que presentaba en los 4.000 enteros. La cesión de ese soporte nos avisó de que la principal referencia europea podía dirigirse a buscar la zona de los 3.600 puntos, correspondiente a lo que es un ajuste del 38,20% de Fibonacci de todo el amplio movimiento alcista que se inició en los mínimos de marzo de 2020, que fueron el suelo del Covid crash.
Durante las últimas sesiones vengo insistiendo que una caída hasta los 3.600 puntos podía ser considerada desde el punto de vista técnico como una corrección normal en tendencia y hasta una oportunidad magnífica para comprar bolsa si no hubiera tenido lugar la invasión de Ucrania. Pero desgraciadamente hay que poner sobre el tapete operativo y estratégico ese nuevo elemento desestabilizador, que invita a ser prudentes y no tener ninguna prisa por comprar, máxime tras haberse perdido ese soporte teórico de los 3.600 puntos, que nos advierte de que hemos entrado en un territorio bajista en el que podría abrirse la Caja de Pandora. Bajo los 3.600 puntos la amenaza ahora es que las bolsas europeas desanden toda la subida que desarrollaron tras aprobarse las primeras vacunas contra el Covid19, lo que supondría una caída hasta niveles de 2.900-3000 puntos en el EuroStoxx 50, que se encuentran a un 18% de distancia.