Situación de corto plazo:
Dejamos atrás una semana en la que los principales índices del Viejo Continente formaron un rebote que logró recuperar parte de las caídas que vimos en la parte final de la semana anterior. Este rebote nos parece que ya está en sus últimos compases y sigue llamándonos la atención el hecho de que bolsas europeas no estén consiguiendo seguir la estela de Wall Street, como si no se fiaran de los nuevos máximos que se han marcado al otro lado del Atlántico. Esto es algo que resulta inquietante y que invita a seguir manteniendo nuestra idea analítica de que los máximos que marcaron hace dos semanas las bolsas europeas, como son los 4.165 puntos del Eurostoxx 50, han sido un techo temporal en los ascensos y el punto de origen de una consolidación o corrección que aún podría ser más amplia o profunda antes de retomarse las alzas de un modo sostenible.
En cualquier caso, seguimos teniendo claro que por el momento el tono es consolidativo y para favorecer un contexto correctivo las caídas deberían de provocar la cesión de soportes como son los 4.040-4.050 puntos del Eurostoxx 50 (SX5E.ST) (que son los análogos a los 4.150-4.167 del S&P 500). En el caso de perderse soportes de 4.040-4.050 puntos en el EuroStoxx 50 y los 4.150/167 del S&P 500 se abriría la puerta a una corrección que podría buscar apoyo en los 3.785-3.860 puntos, que es el rango que sugerimos esperar antes de realizar nuevas compras orientadas a medio plazo con objetivo inicial en los 4.575 puntos.
Situación tendencial:
El alcance de la zona de los 2.300 puntos en marzo de 2020 frenó la tendencia bajista y desde ahí el EuroStoxx 50 está formando una reconstrucción alcista que lo ha llevado ya a recuperar niveles pre-Covid en los 3.867 puntos. Su ruptura al cierre del mes de marzo de 2021 permite favorecer con más firmeza y contundencia un contexto de continuidad alcista en próximos meses, consolidaciones y correcciones al margen, hacia siguientes objetivos que valoramos en los altos de 2007 en los 4.575 puntos, que es donde cotizaba el Eurostoxx 50 antes de la crisis de Lehman Brothers. Todo ello en la versión tradicional del Eurostoxx 50, sin efecto dividendos descontado en el precio. En su versión total return, la superación de los altos de 2020 sitúa al índice en subida libre absoluta.