Situación de corto plazo:
La consolidación que se impone en el eurodólar (EURUSD), tras alcanzar su cotización la zona de resistencia psicológica de los 1,20 dólares por euro, se mantiene vigente y no descartamos que pueda ser más amplia antes de que se retomen las alzas hacia objetivos que manejamos en los 1,2550 e incluso valoramos la búsqueda de objetivos como son los 1,28-1,30 dólares por euro. Esto encajaría con una vuelta del índice dólar a los mínimos de 2018.
A corto plazo el eurodólar está poniendo a prueba la solidez del soporte de los 1,17-1,1750 dólares por euro. Su cesión nos advertiría de una consolidación más amplia pero que seguiríamos viéndola como previa a una continuidad alcista.
Situación Tendencial:
Con las subidas de los últimos meses se está poniendo en jaque la tendencia bajista que desarrolla el par desde los máximos del año 2008 en la zona de los 1,60 dólares por euro. La cotización del eurodólar está tratando de sentar las bases de un giro alcista después de haber buscado apoyo en su directriz alcista de largo plazo, visible en escala aritmética y que surge de unir los mínimos del año 1985, del 2000 y de 2017. Desde la misma está formando un rebote que está comenzando a superar la directriz bajista que guiaba las caídas durante los últimos años. En próximos meses lo más probable es que veamos al eurodólar buscar la zona de 1,25-1,30 dólares por euro, que son los máximos de 2018 y el techo de un canal de medio plazo. Superando ese rango resistivo ya se podría dar por concluida definitivamente su tendencia bajista de largo plazo y se podría favorecer alzas muy importantes en próximos meses y años.