Caixabank (CABK.MC) sigue mostrándose incapaz de alejarse de los mínimos del mes de marzo, lo que refuerza la idea de que estamos ante una simple tregua bajista, puesto que sí con el mercado rebotando en las últimas semanas no ha logrado recuperar terreno, cuando la presión bajista retome el mando, Caixabank podría recibir otro duro castigo en su cotización.
Los mínimos de marzo coinciden con la zona de mínimos de 2016, pero el rebote al que estamos asistiendo está siendo demasiado débil como para confiar en que estamos a las puertas de un rebote de orden mayor. Mientras no logre superar la directriz superior de la consolidación triangular que desarrolla no podremos hablar de fortaleza y si marca nuevos mínimos decrecientes bajo los 1,50 euros ya no habría ningún soporte destacable que pueda frenar las caídas hasta los mínimos de 2012, los 1,33 euros. Recordemos que en veranos de ese año 2012, en plena tormenta financiera fue cuando Mario Draghi pronunció sus famosas palabras para dar soporte a los mercados: "El BCE hará todo lo necesario para sostener el euro. Y, créanme, eso será suficiente"
El alcance de los mínimos de 2012 lo veríamos como una oportunidad para buscar al menos un rebote de cierta consideración, pero mientras eso no suceda seguiríamos recomendando mantenerse al margen.