Situación de corto plazo:
Fuertes subidas en las bolsas europeas que han recuperado de forma general los soportes que perdieron a finales de la semana pasada, algo que no nos sorprende en demasía ya que venimos insistiendo que los movimientos en Europa pueden ser muy erráticos y poco fiables mientras Wall Street no de su brazo a torcer y ponga fin al rebote que inició a mediados de marzo, para lo cual el S&P 500 debería perder soportes de 2.790 puntos.
En este sentido, la semana pasada señalábamos que las principales bolsas europeas habían perdido soportes de corto plazo, que planteaban la conclusión del rebote que nació a mediados de marzo, algo que se mantiene vigente, pero insistíamos que mientras Wall Street no perdiera soportes análogos, como los 2.790 puntos del S&P 500, o el sectorial bancario europeo SX7R cediera los mínimos del año en torno a los 200 puntos, era precipitado descartar un proceso lateral más amplio en Europa, como el que parece que vuelve a tomar cuerpo a corto plazo.
Las subidas que hemos visto hoy en las bolsas europeas han llevado al Eurostoxx 50 (SX5E.ST) a recuperar claramente el soporte que presentaba en los 2.790 puntos y ahora habrá que ver si las subidas también logran batir la importante resistencia que encuentra la principal referencia europea en los 2.927 puntos, que es lo mínimo exigible de cara a poder hablar de cierta fortaleza y para que se alejen temporalmente los riesgos bajistas.
Situación tendencial:
La tendencia alcista que definía desde el año 2009 el EuroStoxx 50 Total Return (SX5T.ST), que es la versión mejorada del índice tradicional EuroStoxx 50 que contempla la reinversión de los dividendos que reparten periódicamente las empresas que forman parte del índice, se ha cancelado tras asistir a la pérdida de los 6.000 puntos, que eran los mínimos de diciembre de 2018. Es momento de ir aprovechando rebotes para obtener una liquidez que será muy necesaria y preciada para cuando detectemos un suelo y podamos recomponer la cartera con una visión de largo plazo.
Un rebote en las bolsas europeas no nos sorprende ya que se está formando tras alcanzarse entornos de soporte histórico en muchos índices, como los 8.150-8.200 puntos del DAX 30 alemán (mínimos en 8.250), donde se encuentra una antigua resistencia de muy largo plazo como son los son los máximos de la burbuja tecnológica del año 2000 y de la crisis financiera del año 2007-2008. Todo apunta a que este soporte será partido en dos en un próximo hachazo bajista ya que seguimos considerando que es muy difícil que hayamos visto un suelo más allá de algo temporal.
Si atendemos a la estructura de precios que vemos en los índices del Viejo Continente mucho nos tememos que aún no hemos visto lo peor. Por poner un ejemplo, el DAX 30 alemán todavía no ha alcanzado ni siquiera el objetivo de caída mínimo del patrón bajista en forma de doble techo que confirmó tras perder los 10.270 puntos y que aparece en los 7.700 puntos del índice germano.