Goldman Sachs (GS.NY), el famoso banco de inversión, ha puesto a prueba con las caídas de marzo la zona de mínimos de 2016. Por tanto, muestra una mayor debilidad que los principales índices de referencia, teniendo en cuenta además que las últimas caídas no se han producido desde máximos históricos, sino que en 2020 no había logrado superar el techo de la corrección de 2018.
Esto nos hace pensar, que aunque haya alcanzado ya una zona de compra atractiva aún podríamos ver una corrección mucho más profunda que llevara su cotización a niveles no vistos desde 2012 si acaba perdiendo los 140 dólares. Su esperanza alcista pasa por haber formado una bandera y desde su base retomar la senda alcista, pero mucho nos tememos que en otro hachazo bajista perderá soportes y podría no encontrar freno hasta la zona de los 90 dólares. Ahí si seríamos partidarios de buscar una ventana de compra, en lo que veríamos como una oportunidad histórica, pero por el momento nos mantendríamos al margen.
A corto plazo es probable que ya encuentre muchas dificultades en los 176 dólares, por lo que aquellos que pudieran estar posicionados deberían de plantearse cerrar para evitar riesgos mayores o cuando menos evitar el riesgo de una más que probable recaída hacia los 142 dólares.