Recientemente nos vimos obligados a cerrar ACS para evitar precisamente lo que ha sucedido en las últimas sesiones. La fuerte caída que vimos por debajo de la zona de soporte de los 34/32 euros no tenía ningún sentido. Las caídas ya han alcanzado la base del canal que discurre por la zona de mínimos de finales de 2018. De su mantenimiento depende que no se produzca un mayor deterioro en su cotización y en la estructura de su curva de precios. Ceder este canal abriría la puerta a una corrección más profunda que ya no encontraría soporte destacable hasta los 25 euros. Dada la verticalidad de las últimas caídas, mucho nos tememos que, o asistimos a un violento reversal, o veremos la continuidad de la corrección, aunque a corto pudiera tomar cuerpo un rebote. No podremos hablar de fortaleza a corto plazo mientras no veamos al menos un cierre diario sobre los 31,25 euros y para alejar definitivamente los riesgos bajistas debería de cerrar el hueco bajista abierto desde los 33,70 euros. Por el momento nos abstendríamos de buscar comprar.