Volvemos a prestar atención alFTSE 100 británico en una jornada en la que estaremos pendientes de los detalles del plan B de Theresa May con respecto al Brexit. En el más corto plazo presiona el techo de un canal bajista en el que se han enmarcado las caídas de los últimos meses. Su superación reforzaría los mínimos de finales de diciembre y un rebote mayor en próximas semanas. No obstante, lo más destacable es que a plazos largos aún mantiene sus opciones de marcar nuevos máximos históricos. En buena medida dependerá que como vayan digiriéndose las noticias, pero el índice británico podría convertirse en destacable "cisne blanco" en este año 2019. En un gráfico mensual advertimos el fracaso de la presión alcista por superar el techo del amplio canal que desarrolla en los últimos años. Las últimas caídas han solapado ondas y cedido los mínimos del año, poniendo en jaque su continuidad alcista, pero la reacción de las últimas semanas permite plantear aún una estructura triangular en forma de cuña que nos llevaría a niveles sobre los 8.000/8.100 puntos. Ni que decir tiene que esto supondría un sustancial respaldo para ver un rebote mayor en las bolsas europeas. Ya en ningún caso deberían de cederse los mínimos de diciembre y en el caso de cerrar el mes sobre los máximos de diciembre, sobre los 7.145 puntos, formaría una envolvente alcista que evidenciaría que el control lo han tomado los alcistas a pesar de la incertidumbre. Por debajo de los mínimos de diciembre se abriría la puerta de par en par a caídas hacia al menos la zona de los 6.135/5.925 puntos.