El Gobierno italiano estudia dar marcha atrás sobre el objetivo de déficit, lo que en la sesión de ayer supuso una bocanada de aire fresco en las cotizaciones de la bolsa italiana. Cabe destacar en la corrección que desarrolla el índice Mib 30 italiano, considerando que el movimiento alcista originado en 2016 finalizó a primeros de año sobre los 24.040 puntos, que ya ha alcanzado el soporte teórico que representa el 61,8% de retroceso y el soporte intermedio que representan los mínimos de febrero del pasado año. En este entorno ha encontrado freno a las caídas y el hueco alcista abierto ayer deja una formación en isla al cerrar el hueco bajista abierto la semana pasada, lo que sugiere agotamiento vendedor y refuerza en buena medida la formación de al menos un suelo temporal. Esto abre la puerta a mayores alzas en próximas sesiones hacia la zona de los 19.600/19.700 puntos, pero aún no podemos lanzar las campanas al vuelo. Después de perder un entorno de soporte tan importante como los 21.100 puntos no podemos conformarnos con un pequeño giro de corto plazo. Para confiar en su posible reestructuración alcista debemos exigir un giro más amplio. Superar los 19.700 puntos ya abriría la puerta a una vuelta a los 20.400 puntos y permitiría confiar en que estamos ante algo más que un rebote, pero mientras eso no suceda no descartamos aún ver nuevos mínimos con caídas que podrían ir hacia los 18.160 puntos que surgen de extender la amplitud del patrón de giro confirmado bajo los 21.100 puntos. Este movimiento encajaría además con un escenario en el que los índices estadounidenses aún irán a poner a prueba su entorno de mínimos del año antes de retomar su tendencia alcista.