Mucho tiene que cambiar la situación técnica de Telefónica para que finalmente no decidamos sacar a la operadora de nuestra lista de recomendaciones. Tras perder la directriz alcista de largo plazo que surge de unir los mínimos relativos crecientes desde julio de 2012 está tratando de formar un suelo, al menos temporal, desde el soporte horizontal que presenta en los mínimos de 2016, algo que ganaría enteros si los principales índices de referencia europeos consiguen recuperar a cierre semanal los soportes cedidos la pasada semana.