Ligeros descensos en las bolsas europeas en el ecuador de una sesión que no provocan cambios analíticos destacables dentro de la fase consolidativa que desarrollan en las últimas semanas. Estas caídas no cancelan el rebote visto en las últimas sesiones, pero los principales índices se mantienen en tierra de nadie y consideramos precipitado descartar la posibilidad de ver un nuevo segmento bajista que vaya a poner a prueba los mínimos de la pasada semana y, sobre todo, los respectivos huecos abiertos al alza el pasado 24 de abril tras la primera ronda electoral francesa. Los ascensos que vimos ayer en la renta variable española llevaron al Ibex 35 a aproximarse a la zona de resistencia que presenta en los 11.000 puntos, que son los máximos que marcó la semana pasada y la resistencia que debe de batir para que se aleje el riesgo de que podamos ver una consolidación más amplia y compleja que podría llevar al selectivo español a la zona de los 10.377 puntos. Con todo, si supera los 11.000 puntos ganaría enteros la posibilidad de que el suelo de la consolidación iniciada en los 11.200 puntos haya podido ser los mínimos que se marcaron la semana pasada en los 10.564 puntos. A corto plazo no tendremos signos de debilidad destacables mientras no pierda al menos los 10.825/10.750 puntos, lo que podría desencadenar más caídas.