Indra (IDR.MC) está mostrando debilidad en las últimas sesiones, algo que contrasta con la fortaleza de las bolsas europeas pero que consideramos del todo normal tras las fuertes ganancias acumuladas el pasado mes de febrero.
A corto plazo está consolidando posiciones sobre los 11,60/11,55 euros, de cuyo mantenimiento depende que no veamos una consolidación más amplia hacia la directriz que mostramos en el chart adjunto y que discurre en estos momentos sobre los 10,80 euros, prácticamente por la parte inferior del hueco alcista abierto con la presentación de sus cuentas en febrero.
En el caso de ver un cierre sobre los 12,01 euros podrían plantearse compras de forma agresiva ante un escenario de probable continuidad alcista que vaya a atacar los 12,50 euros, origen del último tramo bajista y resistencia a batir para confirmar un amplio patrón de reestructuración. Entendemos que es cuestión de tiempo que la presión alcista consiga superar los citados 12,50 euros, bien desde este entorno o buscando antes apoyo en la directriz, lo que despejaría ya el camino para plantear una vuelta hacia los 14,50 euros en próximos meses.
Aquellos que tomen posiciones en caso de confirmación sobre los 12,01 euros deberían establecer un stop bajo los 11,60 euros.