La pauta de velas desplegada por el Nikkei la semana pasada, en forma de cubierta de nube oscura, ya advertía de que los máximos vistos en los 19.778 puntos habían sido probablemente un techo temporal en los ascensos de las últimas semanas. Lo visto a lo largo de las últimas jornadas no hace más que reforzar este escenario.