Aunque el destino que le aguarda a la bolsa es a la baja puede formarse en breve un rebote del que no habrá que fiarse.
En el ecuador de la sesión lo más destacable es ver como las inercias en las bolsas europeas siguen siendo bajistas, si bien es cierto que la presión vendedora cada vez encuentra más dificultades para seguir sosteniendo las caídas, lo cual sugiere que un rebote podría estar gestándose.