La presión vendedora ha llevado a los principales índices europeos a probar su soporte fundamental.
Después del contraataque alcista visto la semana pasada era difícil imaginar que las bolsas europeas iban a volver a probar la solidez de soportes fundamentales como son los 2.550/2.560 puntos en el EuroStoxx 50. Pues bien, hoy la presión vendedora ha vuelto a llevar a los principales índices europeos a sus respectivos soportes clave, que son la línea divisoria que separa un escenario alcista de uno potencialmente bajista.