Después de la consolidación que ha desarrollado la banca estadounidense a lo largo de estas últimas cinco semanas, las compras volvían a fijarse hace un par de jornadas en los bancos al otro lado del Atlántico, pero las preocupantes noticias sobre JP Morgan, tras anunciar ayer que una serie de errores en sus operaciones de derivados propiciaron unas pérdidas de al menos 2.000 millones de dólares, han vuelto a poner en el punto de mira de los bajistas a la banca de EEUU.
En este sentido, cabe señalar que la fuerte presión vendedora que está atacando a corto a los principales bancos norteamericanos no ha podido, de momento, llevar a los dos gigantescos ETF sectoriales bancarios a perder soportes clave. De hecho, las caídas han llevado a ambos justo hasta sus respectivas zonas críticas.
En el gráfico adjunto se puede ver como el SPDR S&P Bank (KBE) y del Financial Select Sector SPDR Fund (XLF) han alcanzado hoy la directriz alcista y la base de lo que podría ser una bandera (figura de continuidad alcista) tras abrir Wall Street.
Por tanto, es cierto que la banca estadounidense corre peligro pero también lo es que si en este entorno se formara un reversal, operativamente estaríamos delante de algo que podría invitarnos a abrir posiciones. Mientras eso no suceda, seguimos considerando precipitado la toma de posiciones en el sector bancario y financiero al otro lado del Atlántico.