Sus acciones están cotizando en una zona clave para su tendencia en el medio/largo plazo.
El deterioro en la curva de precios de CaixaBank es evidente y prueba de ello es que las caídas que define el banco a lo largo de las últimas semanas han provocado que se corrija completamente el tramo alcista con origen en los mínimos de septiembre del año pasado en los 2,88 euros.
A corto plazo CaixaBank ha alcanzado ese entorno y trata de revolverse al alza. Esto es normal puesto que estamos hablando de que la zona de los 2,90 euros es la línea divisoria que separa un escenario lateral y potencialmente alcista en CaixaBank de uno bajista en próximos meses que, rebotes al margen, podría llevar al banco a buscar los mínimos del año 2009 en torno a los 1,60 euros.
Operativamente, sigue sin interesarnos CaixaBank pese a estar en un entorno de giro potencial tan importante como son los 2,90 euros. Distinto hubiera sido si la renta variable española no presentara un deterioro tan importante, lo que invita a poner en cuarentena cualquier rebote de corto plazo, que tiene visos de ser altamente vulnerable y previo a mayores caídas. Sólamente si el entorno de correlaciones cambiara y detectáramos algún patrón de giro alcista consistente en la zona de 2,90 euros, nos podríamos plantear una estrategia.