Si atendemos a la fase correctiva que desarrollan las bolsas europeas desde los máximos anuales que establecieron a finales de julio podemos observar como el EuroStoxx 50 (SX5P.ST) lleva 14 semanas consecutivas sin conseguir cerrar sobre los máximos de la semana anterior, que es lo mínimo exigible para que podamos confiar en que un eventual rebote puede ser considerado un contraataque alcista con ciertas garantías de éxito. Para ello el EuroStoxx 50 debería batir al cierre del próximo viernes los 4.082 puntos. Mientras no lo consiga se mantendrá el riesgo de asistir a una caída que podría buscar la zona de los 3.900 puntos.