Si hay algo que tengo claro es que invertir en bolsa en condiciones óptimas pasa, entre otras cosas, por tener más paciencia que el Santo Job, un personaje bíblico archiconocido por su enorme paciencia. De hecho, en todos los libros de trading se habla de la importancia del manejo de las emociones que, a la hora de la verdad, es algo tan importante como los análisis técnicos y fundamentales que puedan realizarse.
Recuerdo la cita de Jesse Livemore, uno de los traders más exitosos, que señalaba que en su profesión le pagaban por esperar. Aunque les parezca raro, en numerosas ocasiones un buen inversor no tiene que hace nada o, mejor dicho, simplemente esperar a que tome cuerpo la estrategia que tiene diseñada, controlando en la medida que sea posible esas emociones que hace unos días pudieron jugarles una mala pasada y que servidor intentó domar con titulares que remarcaban que 'tan cerca de la zona de compra no había que claudicar' o que había que 'pensar más en comprar que en vender'.