Situación de corto plazo:
El euro trata de superar a corto plazo la parte alta del rango lateral que viene definiendo su cotización frente al dólar americano y que comprende la banda de fluctuación entre los 1,12 y 1,1385 dólares por euro.
El alcance de la zona de soporte de los 1,12 dólares por euro, que es la zona correspondiente a una corrección del 66% de todo el movimiento alcista que formó el año pasado desde marzo a diciembre, de los 1,0625 a 1,2350, ha frenado las caídas y ha provocado un lateral entre los 1,12 y los 1,1385 dólares por euro. Este lateral nos indica un empate de fuerzas en el debate que protagonizan alcistas y bajistas, concretamente entre aquellos que favorecen una caída hacia la directriz alcista de largo plazo que discurre por los 1,09/1,10 o los que favorecen una recta final de año alcista. Pistas que apuntarían hacia una u otra dirección las encontraremos dependiendo de si el par pierde los 1,12 o supera los 1,1385 dólares por euro. En cualquier caso, piensen que este tipo de debates laterales suelen resolverse en la dirección de la tendencia anterior, en este caso bajista, por lo que no se fíen en demasía si rompe al alza. Podría ser simplemente un rebote más amplio previo a más caídas.
Solamente recuperando con claridad los 1,15 se alejaría el riesgo de ver una recaída del par en busca de su directriz alcista de largo plazo, que es la que surge de unir los mínimos del año 1985, del 2000, del 2017 y del 2020.
Situación tendencial:
La cotización del eurodólar está a un paso de volver a poner a prueba su directriz alcista de largo plazo, visible en escala aritmética y que surge de unir los mínimos del año 1985, del 2000, de 2017 y de 2020, que discurre por la zona de 1,09/1,10 dólares por euro. Su pérdida junto con los mínimos del año 2020 en los 1,0636 habilitaría un cambio en la tendencia de largo plazo del par, que pasaría de alcista a bajista y una vuelta, cuando menos, a la paridad, estaría cantada.