Las buenas noticias que han traído las vacunas de Pfizer, Moderna y Oxford-Astrazeneca ha provocado claras alzas en las bolsas y por el contrario ventas en el oro, lo que ha provocado un fallo en su intento por reanudar su tendencia alcista tras establecer en agosto nuevos máximos históricos sobre los 2.000 dólares.
A corto plazo está poniendo a prueba la base del canal que discurre ligeramente por encima de los 1.800 dólares y de no aparecer interés comprador de forma contundente que eleve su cotización al menos sobre los 1.870 dólares lo más probable es que asistamos a una corrección más profunda que podría dirigirse hacia los 1.705/1.670 dólares.
Mientras no supere los 1.870 dólares o alcance la zona señalada no buscaríamos una ventana de compra.